La fascista y separatista derecha boliviana planea concretar la toma del poder en Bolivia por medio del golpe de Estado. La derecha boliviana representada por grupos separatistas, fascistas y neoliberales intenta, desde la llegada al poder de Evo Morales, la desestabilización del país. Las amenazas de separación de la zona “camba” boliviana, la neutralización de la Asamblea Constituyente y las constantes huelgas y protestas organizadas por estos sectores son una muestra de ello, ahora se les ha sumado la presumible aparición de grupos paramilitares, que recibirían entrenamiento de los “paras” colombianos y el apoyo de la embajada norteamericana, por lo pronto ya han realizado atentados contra los médicos cubanos que dan servicio en las zonas más pobres de Bolivia, zonas que la derecha boliviana siempre ignoró.
A estas alturas es un secreto a voces el próximo paso de la derecha boliviana: dar un golpe de Estado como el que se dio en Venezuela en 2002 e instalar una nueva dictadura neoliberal donde se reprima y persiga a todos los movimientos populares que valientemente se tumbaron a todos los gobiernos incompetentes y neoliberales.
Si damos un repaso a la actuación de la derecha boliviana desde que Evo empezó a gobernar veremos que su accionar esta orientado al boicot, que se ha radicalizado primero con aires fascistas y ahora violentistas y hasta terroristas. Una vez llegado Evo al poder todos los oligarcas de Santa Cruz y otras regiones aledañas aliadas con la derecha tradicional empezaron toda una campaña con claro tinte fascista reclamando la autonomía de las zonas del oriente, que son ricas en recursos y que mantienen políticas neoliberales y xenofóbicas, mostrando su desprecio a los que ellos llaman “collas”, realizadas las elecciones de la asamblea constituyente la agrupación de Evo logró una vez más superar el 50 % del total de votos, sin embargo la trampa legal ya estaba hecha, necesitaría el consenso del 75 % de los miembros para dar luz verde a la nueva constitución para refundar Bolivia, la derecha entonces se encargo de obstaculizar todo intento de avance y aún hoy la Asamblea sigue estancada por estos fascistas.
El año pasado la derecha boliviana sufrió otra derrota, en las elecciones sobre las autonomías regionales gano el No, esta era otra victoria decisiva para mostrar que la mayoría del pueblo boliviano estaba con Evo, sin embargo la derecha desconoció el resultado y en las regiones del oriente, especialmente en Santa Cruz empezó a organizar los cabildos, el presidente del grupo fascista Comité Cívico de Santa Cruz se jactaba de haber llegado al millón de personas, pero se descubrió luego que a muchas de ellas les habían pagado para ir, lo que algunos llamaron con ironía el cabildo del millón (de dólares), sin embargo este cabildo sirvió para que las hordas fascistas salgan a las calles a expulsar todo su veneno, se encontraron volantes xenófobos y aún ahora se pueden ver en Youtube videos donde aparecen grupúsculos fascistas con sus banderas blanquiverdes gritando frases xenófobas contra Evo y los “collas”.
De este modo ha ido pasando el gobierno de Evo Morales, que a pesar de todo siempre ha buscado el dialogo con todos los sectores, la derecha seguiría, desde todos los frentes, tratando de boicotear el gobierno de Evo, antes de pasar a una nueva fase la violencia terrorista y el complot para tomar el poder a través de un golpe de Estado.
La destrucción de un monumento al Che Guevara y el atentado a las casas donde residen médicos cubanos serían el inicio de acciones paramilitares, estas contarían con el apoyo logístico de los organismos de inteligencia americanos, expertos en estos temas y habría pruebas de la vinculación de la embajada norteamericana y los paramilitares colombianos, el siguiente paso es ya conocido, los ricos empresarios de oriente y la derecha política empezarían toda una campaña anti Evo, con huelgas y paralizaciones incluidas y con el apoyo total de los medios de comunicación incitar a la población opositora a exigir el golpe de estado, tal y como ocurrió en Venezuela en 2002.
La derecha quiere hacerse del poder, de triunfar seguramente el primes país en reconocerlos sería el muy “democrático” Estados Unidos que llama dictadores a todos los que se someten a ellos, sin embargo esto no se debe permitir seguiremos muy de cerca el proceso boliviano y seguiremos defendiendo el proceso de Evo por que ha sido elegido democráticamente y por que se presenta como una alternativa al neoliberalismo que solo atraído más desigualdades en América Latina.
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