Un grupo ultraderechista ligado a la derecha secesionista boliviana (autonomistas del oriente boliviano), atento en la mañana del lunes 24 de diciembre contra la sede de la Central Obrera Boliviana (COB), la principal central obrera de Bolivia, este incidente se convierte en un atentado más de este grupo terrorista cuya misión es desestabilizar el gobierno de Evo Morales y apresurar de esta forma la “autonomía” o secesión de Bolivia e instalar un régimen racista y neoliberal.
Este grupo terrorista de corte ultraderechista y fascista habría sido financiado, no solo por la derecha fascista y secesionista de Bolivia, sido por EE.UU. quién también habría facilitado el entrenamiento de sus integrantes por parte de los paramilitares colombianos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), un grupo terrorista colombiano de ultraderecha ligado a las altas esferas políticas y económicas colombianas, no por nada se vio en los últimos meses sospechosas reuniones del embajador de EE.UU. con miembros ligados a la AUC y si a eso se le agrega la presencia de ONGs norteamericanas como la USAID cuya misión es velar por los intereses norteamericanos en el mundo son más que sospechosos. Definitivamente el plan de la oligarquía, apoyada por el imperialismo norteamericano, para derrocar al gobierno de Evo sigue en marcha.
Evo ha dicho que solo lo sacaran muerto del gobierno, no esperaba menos del gran líder indígena admirador del Che Guevara y Salvador Allende, el líder que se atrevió a desafiar a la derecha más rancia de Bolivia, a los oligarcas, a los latifundistas, no con violencia, sino con paz y justicia social, sin embargo la derecha boliviana no se quedó con los brazos cruzados e incluso desde antes que asumiera el mando ya habían empezado con el boicot a su gobierno, los atentados terroristas son solo una fase más de este plan desestabilizador, plan que huele a CIA que acaso es la organización terrorista más grande y sanguinaria del mundo y sin embargo la que actúa más impunemente.
Obviamente los intereses puestos en el oriente no responden a intereses regionalistas, ni siquiera se puede hablar de nacionalistas, eso no existe en Bolivia, es solo una ilusión, un mito creado por la derecha que ahora explota al máximo. El verdadero interés es por los recursos naturales que ofrece la región del oriente boliviano que es controlado por la oligarquía y las transnacionales extranjeras que se dedican a saquear los recursos tal y como ocurría hace 500 años en Potosí. Me gustaría ver a los miembros de la Casa Blanca condenando los atentados, pero obviamente no lo van a hacer, para ellos terroristas son solo aquellos que están contra ellos o sus políticas de dominación mundial podrían tener de aliados a un Hitler o un Mussolini si eso les sirviera a sus intereses o calificarían de terrorista a un Gandhi si este atentara en contra de sus intereses de dominación mundial.
Este grupo terrorista de corte ultraderechista y fascista habría sido financiado, no solo por la derecha fascista y secesionista de Bolivia, sido por EE.UU. quién también habría facilitado el entrenamiento de sus integrantes por parte de los paramilitares colombianos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), un grupo terrorista colombiano de ultraderecha ligado a las altas esferas políticas y económicas colombianas, no por nada se vio en los últimos meses sospechosas reuniones del embajador de EE.UU. con miembros ligados a la AUC y si a eso se le agrega la presencia de ONGs norteamericanas como la USAID cuya misión es velar por los intereses norteamericanos en el mundo son más que sospechosos. Definitivamente el plan de la oligarquía, apoyada por el imperialismo norteamericano, para derrocar al gobierno de Evo sigue en marcha.
Evo ha dicho que solo lo sacaran muerto del gobierno, no esperaba menos del gran líder indígena admirador del Che Guevara y Salvador Allende, el líder que se atrevió a desafiar a la derecha más rancia de Bolivia, a los oligarcas, a los latifundistas, no con violencia, sino con paz y justicia social, sin embargo la derecha boliviana no se quedó con los brazos cruzados e incluso desde antes que asumiera el mando ya habían empezado con el boicot a su gobierno, los atentados terroristas son solo una fase más de este plan desestabilizador, plan que huele a CIA que acaso es la organización terrorista más grande y sanguinaria del mundo y sin embargo la que actúa más impunemente.
Obviamente los intereses puestos en el oriente no responden a intereses regionalistas, ni siquiera se puede hablar de nacionalistas, eso no existe en Bolivia, es solo una ilusión, un mito creado por la derecha que ahora explota al máximo. El verdadero interés es por los recursos naturales que ofrece la región del oriente boliviano que es controlado por la oligarquía y las transnacionales extranjeras que se dedican a saquear los recursos tal y como ocurría hace 500 años en Potosí. Me gustaría ver a los miembros de la Casa Blanca condenando los atentados, pero obviamente no lo van a hacer, para ellos terroristas son solo aquellos que están contra ellos o sus políticas de dominación mundial podrían tener de aliados a un Hitler o un Mussolini si eso les sirviera a sus intereses o calificarían de terrorista a un Gandhi si este atentara en contra de sus intereses de dominación mundial.
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