Las recientes declaraciones del vicepresidente Jorgito del Castillo de que se le dará prioridad para la realización de programas sociales a aquellas zonas que votaron por el APRA en las últimas elecciones son más que indignantes, si nos fijamos en los hechos se ha visto como poco a poco en las instituciones públicas se vienen abarrotando de militantes del Partido, como el escandaloso caso de uno de los directores del Banco de la Nación, que ni siquiera tenía titulo profesional, pero tenía algo que en estas épocas vale mucho más: el carné del partido aprista.
Si damos un vistazo al pasado recordaremos pues que en el primer gobierno del APRA, las instituciones públicas estuvieron sobrepobladas de trabajadores, habían incluso más de las que se necesitaba, la razón, todo aquel que tenía un carné del partido tenía la entrada más que asegurada a dichas instituciones, creando así una burocracia parasitaria que consumiría gran parte del gasto del gobierno y si a eso le sumamos la terrible crisis económica con inflación galopante teníamos pues al país del “perro muerto”.
El APRA es en estos días un partido burocrático sin ideología ni programa en donde una cúpula dirigente se encarga de los “asuntos políticos” reeligiéndose una y otra vez a cargos políticos como el de congresistas (no es de extrañar que el APRA y los fujimoristas –ahora aliados- hayan sido los únicos que presentaron candidatos para la re-re-re….elección). El resto de militantes o se dedica a crear verdaderas mafias bufalescas dentro del partido: como Agustín Mantilla, o simplemente están a la espera del triunfo de su partido para ocupar un cargo público para engrosar, como antes, la burocracia estatal, ya lo había dicho el propio Mantilla apenas ganó el APRA “hay que esperar como máximo un año para que los compañeros empiecen a ocupar cargos en el gobierno”.
Sin embargo lo dicho por Del Castillo rebasa todos los estándares que conocíamos del APRA, lo de la burocracia aprista se veía venir, pero que los programas sociales estén condicionados al apoyo político que tenga el APRA y no a la situación de pobreza de las regiones es inaceptable, tal vez por ello no tengan ningún plan de apoyo social y económico para los agricultores del la sierra que serán los más afectados por el TLC con EEUU y donde la pobreza ha aumentado en los últimos años, total, ellos no votaron por el APRA. Sin duda Jorgito y compañía nunca dejarán de sorprendernos.
Si damos un vistazo al pasado recordaremos pues que en el primer gobierno del APRA, las instituciones públicas estuvieron sobrepobladas de trabajadores, habían incluso más de las que se necesitaba, la razón, todo aquel que tenía un carné del partido tenía la entrada más que asegurada a dichas instituciones, creando así una burocracia parasitaria que consumiría gran parte del gasto del gobierno y si a eso le sumamos la terrible crisis económica con inflación galopante teníamos pues al país del “perro muerto”.
El APRA es en estos días un partido burocrático sin ideología ni programa en donde una cúpula dirigente se encarga de los “asuntos políticos” reeligiéndose una y otra vez a cargos políticos como el de congresistas (no es de extrañar que el APRA y los fujimoristas –ahora aliados- hayan sido los únicos que presentaron candidatos para la re-re-re….elección). El resto de militantes o se dedica a crear verdaderas mafias bufalescas dentro del partido: como Agustín Mantilla, o simplemente están a la espera del triunfo de su partido para ocupar un cargo público para engrosar, como antes, la burocracia estatal, ya lo había dicho el propio Mantilla apenas ganó el APRA “hay que esperar como máximo un año para que los compañeros empiecen a ocupar cargos en el gobierno”.
Sin embargo lo dicho por Del Castillo rebasa todos los estándares que conocíamos del APRA, lo de la burocracia aprista se veía venir, pero que los programas sociales estén condicionados al apoyo político que tenga el APRA y no a la situación de pobreza de las regiones es inaceptable, tal vez por ello no tengan ningún plan de apoyo social y económico para los agricultores del la sierra que serán los más afectados por el TLC con EEUU y donde la pobreza ha aumentado en los últimos años, total, ellos no votaron por el APRA. Sin duda Jorgito y compañía nunca dejarán de sorprendernos.
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