domingo, 28 de octubre de 2007

Pensamiento marxista (Parte II)

La Doctrina Marxista

Marx analiza a la realidad desde el punto de vista materialista, luchando contra todo tipo de análisis subjetivo de la realidad. Fue contrario a la metafísica, a la teología (Marx consideraba a la religión “el opio del pueblo”) y contra el agnosticismo al que considera una "manera vergonzante de aceptar el materialismo bajo cuerda y renegar de él públicamente".

Marx creía que en cada época de la historia le correspondía un modo de producción con un sistema de poder establecido, en la cual se encontrara una clase dirigente de la cual se derivará un antagonismo entre esta clase dirigente (opresora) y la clase oprimida. Así Marx y Engels afirman en el Manifiesto Comunista: La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases[1]. La humanidad seguiría en esta lucha de clases hasta que se de un cambio cualitativo[2] en la sociedad, es decir una revolución. Así se confirma en toda la historia de la humanidad desde la aparición de la propiedad privada. Los esclavistas y esclavos, patricios y plebeyos, siervos y señores feudales. En la actualidad este antagonismo se encuentra representado por la burguesía y el proletariado.

Lenin señala: Solo el materialismo filosófico de Marx señalo al proletariado la salida de la esclavitu espiritual en que han vegetado hasta hoy todas las naciones oprimidas. Solo la tería económica de Marx explico la situación real del proletariado en el régimen general del capitalismo.[3]

Burguesía y Proletariado
Así definía Engels a la burguesía y al Proletariado:

Por burguesía se comprende a la clase de capitalistas modernos, propietarios de los medios de producción, que emplean el trabajo asalariado. Por proletarios se comprende a la clase de los trabajadores asalariados modernos, que, privados de medios de producción propios, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para poder existir. (Nota de F. Engels a la edición inglesa de 1888)[4]


Así la clase proletaria vería que su situación empeoraría con la evolución del Capitalismo, debido a los paros, las crisis, la anarquía en la producción. El obrero se encontraría en un estado de miseria e inanición, aumentando el desempleo y creando un ejército de reserva que crearía una revolución. El proletariado se apropia de los medios de producción eliminando la propiedad privada burguesa y creando la propiedad social sobre los medios de producción.


La doctrina económica Marxista

Marx intenta en su obra descubrir la ley económica que preside el movimiento de la sociedad capitalista. Dándole siempre a su estudio una base y un método científico. Analiza las leyes de las relaciones de producción de una sociedad históricamente determinada y concreta en su aparición, su desarrollo y su decadencia. Estudia al capitalismo desde su núcleo que es la mercancía en donde empieza a estudiar desde los gérmenes de las relaciones mercantiles, es decir, desde el trueque hasta las relaciones mercantiles en el siglo XIX. Marx además puso de manifiesto que el valor de toda mercancía es la cantidad de tiempo socialmente necesario invertido en su producción, también descubrió que en vez de relaciones entre objetos o sea, intercambio de mercancías existen relaciones entre personas.


El Manifiesto del Partido Comunista

1848 fue una época de grandes movimientos sociales. En plena “revolución industrial” donde el capitalismo se mostraba cada vez más salvaje, la clase social más explotada -el proletariado- empezaba a organizarse en movimientos y partidos de clase. Además aconteció el primer levantamiento obrero en París. Ese fue el año de la publicación del texto que más influiría en Las organizaciones obreras de todo el mundo: el “Manifiesto del Partido Comunista”.

Este texto aunque corto en extensión sintetiza en básicamente pocas páginas los principios básicos del comunismo y de lo que sería la corriente filosófica conocida como materialismo dialéctico en sus cuatro capítulos da una visión social reflexiva sobre la lucha de clases, la explotación del proletariado y la posición de los partidos comunistas y proletarios.


Aun hoy podemos ver la influencia de este texto en los diversos partidos de izquierda, que aunque ha disminuido luego de la disolución de la U.R.S.S., son aún muchos los partidos y organizaciones sociales las que siguen reivindicando las ideas del manifiesto ya que estos en esencia no han perdido vigencia.

Veamos algunas citas interesantes del manifiesto donde se puede ver que no ha perdido vigencia en esta época de la globalización:


Espoleada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus productos, la burguesía recorre el mundo entero. Necesita anidar en todas partes, establecerse en todas partes, crear vínculos en todas partes.
Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria la base nacional.
En lugar de las antiguas necesidades satisfechas con productos nacionales, surgen necesidades nuevas, que reclaman para su satisfacción productos de los países más apartados y de los climas más diversos.
La producción intelectual de una nación, se convierte en patrimonio de todas. La estrechez y el exclusivismo nacionales resultan de día en día más imposibles.
La burguesía se forma un mundo a su imagen y semejanza.
Mediante la explotación del mercado mundial, la buerguesía dio un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países.
· Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas y están destruyéndose continuamente. Son suplantadas por nuevas industrias, cuya introducción se convierte en cuestión vital para todas las naciones civilizadas, por industrias que ya no emplean materias primas indígenas sino materias primas venidas de las más lejanas regiones del mundo, y cuyos productos no sólo se consumen en el propio país, sino en todas las partes del globo. En lugar de las antiguas necesidades, satisfechas con productos nacionales, surgen necesidades nuevas, que reclaman para su satisfacción productos de los países más apartados y los climas más diversos.


El Capital


Está compuesto como ya habíamos señalado por tres volúmenes, en el Marx hace un análisis de la sociedad moderna, es decir, la capitalista y la empieza a estudiar la desde su núcleo que es la mercancía. Empieza por describirla como unidad dialéctica de valor de uso y valor de cambio. Heinz Dieterich describe de esta forma a El Capital:

El análisis detallado de la lógica del sistema que enajena y destruye a los ciudadanos, se desarrolla con profundidad en El Capital, una década después del Manifiesto, en el exilio en Londres. En esos trabajos, los autores entienden que la dinámica decisiva del sistema burgués puede entenderse adecuadamente a través del concepto de valor. El valor es para la sociedad burguesa lo que es el genoma para el ser humano: la variable estratégica que determina las posibilidades de actuación y de evolución del sistema. Diferenciado primero en valor de uso y valor de cambio, después en valor y plusvalor, Marx y Engels des-cubren el secreto de la explotación burguesa. El capitalista compra la fuerza de trabajo para jornadas fijas, digamos ocho horas; pero el valor que necesita generar para “amortizar” el salario de esa jornada, lo produce en una fracción de la jornada, supongamos, en seis horas. Las dos horas restantes generan el plusvalor —es decir, el excedente sobre el salario— con el que se queda el capitalista.[5]


Influencia del Marxismo

Marx si bien no tuvo gran influencia en vida, si ejerció gran influencia luego. Muchos de los movimientos obreros, campesinos y los movimientos de Liberación Nacional de todo el mundo se inspiraron en sus teorías para empezar sublevaciones o revoluciones en contra del sistema capitalista o colonial (como en África o Asia).

Tuvo especial influencia en los movimientos sociales del siglo XX, como la revolución bolchevique en Rusia en 1917, cuya cabeza fue Lenin, que le dio al marxismo una adaptación a la situación mundial de las primeras décadas del siglo XX, añadiéndole teorías como la del Imperialismo, además de una teoría del Estado y principios de una organización de partidos obreros.

Pero el pensamiento marxista tuvo una división con las disputas entre Stalin (que proponía el socialismo en un solo país) y Trotsky (que proponía la internacionalización). A los seguidores del primero se les conocería como stalinistas y a los de Trotsky como trostkystas (Incluso llegan a fundar la IV Internacional). Pero no sería la única interpretación del marxismo. En Asia Mao Tse Tung proponía una adaptación del socialismo a los países del tercer mundo en donde la principal fuerza revolucionaria sería el campesinado.

[1] La lucha de contrarios es la base de esta afirmación, este es un rasgo de la dialéctica, un ejemplo en la naturaleza es la del huevo. El embrión del pollo lucha contra su actual forma de huevo (es decir, su contrario) hasta que finalmente se rompe.
[2] El cambio cualitativo también es un rasgo de la dialéctica, un ejemplo muy conocido de este rasgo es el del agua que tiene cambios cualitativos cuando pasa del estado sólido al líquido y de este al gaseoso.
[3] V. I. Lenin. “Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo” en Lenin: Obras escogidas (P. 19). Editorial Progreso - Moscú
[4] Carlos Marx y Federico Engels. “Manifiesto del Partido Comunista y otros escrito políticos”. (p. 22) Editorial Grijalbo. México 1970
[5] Heinz Dieterich Steffan. “El Socialismo en el siglo XXI”. (p.35). Edición virtual en www.rebelion.org

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