Apuntes sobre la guerra con Chile ( PARTE II)

Luego de saquear e incendiar Miraflores los chilenos ocuparon Lima donde asesinaban, violaban y robaban a la población, además se cobraban cupos a los residentes. Si sus actos no fueron tan sanguinarios como en Chorrillos, fue por la mediación diplomática extranjera, más que por voluntad propia. Utilizaron a la Universidad y la Biblioteca Nacional como cuartel, destruyendo y saqueando invalorables obras de arte y libros que allí se encontraban. Se mandaban constantemente “expediciones” al estilo Lynch para saquear diferentes ciudades del Perú.
Sin embargo para 1882 Cáceres en la sierra e Iglesias en el Norte rechazaron a algunas de estas tropas chilenas, Cáceres iniciaría la resistencia contra el invasor. Un hecho a tomar en cuenta sobre la crueldad chilena fue el saqueo de Cajamarca, los chilenos impusieron cupos a sus habitantes de 60 000 pesos y como estos solo reunieron la mitad, o sea 30 000 pesos, los chilenos procedieron a saquear y a causar estragos en parte de la ciudad hasta que reunieran lo que ellos pedían.
Cáceres estuvo al mando del ejército que logro reunir para hacerle frente a los chilenos en la batalla de Huamachuco (se dice que para que los chilenos no advirtieran el escaso número de las tropas peruanas les colocaban sombreros a las llamas), donde murió Leoncio Prado, luego de la derrota de Huamachuco, Cáceres intenta formar otro ejército pese a la complicada situación. En otro lado Iglesias es proclamado gobernante del Perú e inicia negociaciones de “paz” con Chile.
Se firmo en 1883 el Tratado de Ancón en el que el Perú perdía para siempre Tarapacá y que entregaba Tacna y Arica por un periodo de diez años después de que se ratificara el tratado (cosa que no fue cumplida) para luego realizar un plebiscito. Hay que anotar que Tacna pese al intento de “chilenización” siempre se considero peruana es así que esta provincia cautiva regreso al Perú luego del plebiscito que se hizo muchos años después (1929). De ahí el nombre de “Tacna la heroica”.
Finalmente la oligarquía chilena logró sus objetivos y se apodero de las ricas provincias salitreras lo que ocasiono el repudio general de los países vecinos, un ejemplo de ello es el del congreso de Venezuela que se refirió así a los acontecimientos ocurridos: “Chile invadiendo los territorios de Perú y Bolivia y llevando la desolación y la muerte a ellos, pretende hacer revivir el antiguo y absurdo derecho de la conquista, y cometiendo repetidos actos de crueldad y barbarie con naciones hermanas, aparece ante los ojos del mundo como la sombra fatídica de las épocas más retrogradas que cuenta la historia”.
De los ricas provincias solo se beneficiaron aquellos chilenos ricos y poderosos y las empresas británicas que desde el principio apoyaron a Chile en su invasión y ahora eran dueñas de las salitreras, mientras que “los obreros chilenos no conocían el descanso de los domingos, trabajaban hasta dieciséis horas por día y cobraban su salario con fichas que perdían cerca de la mitad de su valor en las pulperías de las empresas”.[1] Sin embargo un científico alemán descubrió la forma de producir nitrato artificialmente lo que dejó en el colapso a la economía chilena que se había vuelto dependiente del salitre.
Es así como las oligarquías locales que gobiernan un país, pueden disfrazar tras un falso nacionalismo los actos más crueles y aberrantes y hacerlos parecer como actos de heroísmo y arrojo nacional (claro no hay que olvidar tampoco la incompetencia de la clase gobernante semi-feudal peruana), como es el caso de la invasión a Irak que hoy vemos como una nación que se dice la “cuna de la libertad” y envueltos en un nacionalismo casi fascista invade a otra para apoderarse de sus ricos recursos petroleros.


[1] Eduardo Galeano. Las venas abiertas de América Latina. Décimo novena edición (Pag 207)